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sábado, 1 de julio de 2017

Nuevo blog

Hola a todos. Me presento. Me presento porque soy otra. Tras un año sin escribir, y después de leer mis antiguas entradas puedo afirmar que he cambiado completamente. Todo, desde mi forma de expresarme hasta opiniones sobre casi todo, han dado una vuelta de 360º durante este tiempo. Por esta razón he decidido volver, esta vez si, pero con cambios. He cambiado el diseño del blog y el contenido variará ligeramente también. Mi vida ha dado varios cambios en este tiempo, y como es natural, yo también. Nuevas personas, nuevos hobbies, nuevas experiencias... y las que quedan por sumar.

Por estos motivos he decidido retomar todo esto de cero. Para mi este blog ha significado mucho durante el tiempo que ha estado activo. Gracias a esto he conocido a gente, abierto horizontes de formas inimaginables y sentido "escuchada". Y es que este ha sido un lugar para compartir, opinar y hablar en general de todo lo que los libros me han aportado, a mi y a mis seguidores.

Pero por esto mismo ahora quiero abrir mucho más la temática del blog. Quiero tocar mil temas distintos y seguir escuchando opiniones, crecer con los comentarios y aportar todo lo que pueda de mi. Siempre lo he hecho, pero ahora quiero retomarlo de forma mucho más amplia. El blog ya no será solo de literatura, ahora hablaré de música, viajes, subiré relatos y reflexiones...

Espero estar bastante activa, ya que me siento muy motivada y tengo ideas y ganas de sobra (que son el motor de todo esto).

Ah, una última cosa que decir: a pesar de ser leída por (literalmente) cuatro gatos, os pido que seáis cuatro gatos activos, que comenteis y digais todo lo que se os pase por la cabeza. Con que una sola persona saque algo de lo que escribo, se sienta identificada, interesada o al menos se entretenga un rato, todo esto merecerá la pena para mi.

Solo me queda decir hasta pronto y gracias, a ti que estás leyendo esto, por dedicar un poco de tu tiempo.

¡Nos vemos!

miércoles, 28 de junio de 2017

Se pasó una hora buscando el calcetín rojo

Se pasó una hora buscando el calcetín rojo. Era lo último que le quedaba para terminar de hacer la colada.

"Hace días que no llega el periódico" apunta Esteban mientras remueve el café intercalando nerviosas sacudidas de pie y miradas a su reloj de pulsera. No obtiene respuesta, ni la espera. A estas alturas de su matrimonio las preguntas suelen sobrar. El sonido del grifo goteando cíclicamente se mezcla con el roce de la escoba y el suelo en la habitación contigua. La melodía de las siete de la mañana. Se levanta de su silla y comienza su ritual de cada día: taza en el fregadero, sacudida de las migas de la tostada que han caído en su pantalón, chaqueta, beso a Eva y a Claudia... Un momento, ¿y Claudia?
-Tranquilo cariño, hoy tenía un festival en el colegio y se ha quedado a dormir a casa de su abuela. ¿No lo recuerdas?
Esteban asiente sin pensar y se despide.
De camino al trabajo marca el teléfono del fontanero. Debe encargarse de aquel grifo de la cocina cuanto antes. Tras unos pitidos, salta el buzón de voz. -Ya nadie se toma su trabajo en serio- murmura Esteban con fastidio.
Y, conduciendo como si su volante ya hiciera los giros precisos para ir a la oficina de forma automática, llega a lo que es su techo durante ocho horas al día, seis días a la semana.
Tras unas apasionantes horas de archivar, transcribir y solicitar, se dirige (como cada mañana a las doce) a la máquina de café. Su médico no estaría de acuerdo con esta acción, pero para Esteban una jornada de trabajo sin su café a media mañana resultaría más dañina que la posible acidez estomacal de la que está advertido. Toma su vaso de tregua amarga y espera a Jose Ignacio para tener alguna conversación insulsa sobre el tiempo, fútbol o la poca eficiencia de la impresora, pero hoy no aparece. Lleva un par de días sin verle. Tal vez una cuestión médica sin importancia o algún asunto familiar. Sí, será eso.
Vuelta al trabajo y las horas pasan como años, pero pasan. Dan las ocho y se envía el último archivo. Comprueba el correo en el móvil durante su trayecto en ascensor. Arranca el coche y pone las noticias en la radio, pero cambia de emisora enseguida. Desde que cambiaron al locutor no le termina de gustar. Ramón Echevarría había sido compañero de colegio de Esteban. Amigos de toda la vida. Al escucharle retransmitir las noticias de la tarde no podía evitar notar una sensación cálida de nostalgia, como una buena época más cercana. ¿Qué habrá sido de él? Hace semanas que dejó el oficio y, por lo tanto, de dar señales de vida para Esteban. Al llegar a casa buscaría su contacto en alguna agenda antigua e intentaría hablar con él. Un hombre tan dicharachero como Ramón es digno de escuchar por teléfono.
Entre estos pensamientos, Esteban baja del coche y entra en el kiosco de su barrio. Tras comprar el diario que acostumbra se dispone a abandonar el local, pero da la vuelta y pregunta a Silvia por su padre, el propietario de la pequeña tienda. No acostumbra a verla sola despachando, siempre le acompaña Gonzalo, con su mal humor característico y refranes que suelta como si de exalaciones se tratara. Silvia contesta algo intranquila. Ayer no llegó a casa tras su partida de cartas habitual. Esteban se despide, contagiado de desasosiego.
Mete el coche en el garaje y una sensación extraña le recorre el cuerpo. Algo le dice que no debe entrar a casa. ¿Será algún olvido de la oficina? ¿Se ha dejado algo sin hacer? El día de hoy había sido normal, como siempre...no?
Abre la puerta y saluda, pero no hay respuesta. Se descalza, como suele hacer tras la jornada, y se queda en calcetines blancos. Hoy la casa no está impregnada de el aroma de la cena, y las rosas del jardín están sin regar. ¿Dónde está Eva? Esteban se siente algo molesto, pero aún más asustado. Esto no es normal, no es rutina, y Esteban aborrece la falta de ella.
Saluda aún más alto y se dirige a la habitación de Claudia, a su dormitorio y a la terraza. Nada.
Está a punto de marcar el teléfono de Eva. ¿Cómo se atreve a no estar en casa a estas horas? ¿Es que no piensa en él? ¿En lo duro que ha sido su día? ¿En que lo único que desea a estas horas es tomar una buena cena, darse una ducha e irse a dormir? Que falta de consideración. ¡Y de respeto! ¿Desde cuando nos saltamos las normas en mi casa? Son las nueve, la niña debería estar en la cama. Además de desconsiderada, la madre es irresponsable. ¿Es que quiere que su hija no rinda bien? ¿Que no descanse y se quede dormida en clase? Un susurro como de agua distrae a Esteban de sus pensamientos. A zancadas, se dirige al cuarto de baño. ¿Es que encima ha pensado en darse una ducha relajante? Esto es el colmo. Abre la puerta con rabia que se convierte en ira al descubrir lo que hay tras ella. Un traje completo, varias camisas, una ristra de calcetines blancos y ropa interior masculina, todo tendido del perchero de las toallas, que están tiradas en el suelo, recogiendo el agua rebosante de la bañera.
Esteban no cabía en su enfado. Su mujer le engañaba. Y con varios hombres a la vez. ¿Y se creía que podría ocultarlo? Maldita guarra... ¿Cuánto tiempo llevaría ocultándoselo? ¡Y con Claudia delante! Y por si fuera poco, la estúpida deja el grifo encendido. Claro, como ella no paga la fontanería, ni la hipoteca, ni NADA. Eso es lo que hace. Nada. Lo único de lo que tiene que ocuparse es de mantener la casa en orden y cocinar. Ni siquiera es capaz de ocuparse de su hija y la manda a dormir a casa de sus padres.
Esteban pierde el control. Grita. Solo quiere arreglar cuentas. Le da igual si Claudia está en casa. Esta vez no le va a interrumpir ni eso. Se quita el cinturón y camina con paso firme hacia la única habitación de la casa que le queda por registrar: el sótano.
Abre la puerta de una patada y, enfurecido,con cinturón en mano,escupe amenazas como el más mortal de los venenos. A manotazos enciende la luz, pero no ve nada. Da un paso en falso y se resvala con algo en el suelo. Abre los ojos y descubre un líquido color escarlata. Alza la mirada y ve a Ramón. Su Ramón. O lo que queda de él. Su cráneo putrefacto está separado del resto de su cuerpo. La reacción de Esteban es todo lo brusca que cabe entender. Se levanta de un salto, horrorizado, y mira al suelo. Sus pies, con calcetines teñidos de rojo, se localizan en un mar de sangre y miembros. Justo frente a él, el cuerpo desnudo y sin vida de Gonzalo, el hombre del kiosco, con una mueca de terror en su rostro, cuelga de una percha enganchada en su garganta. Esteban solo da más gritos de pánico, justo cuando descubre al fontanero y el muchacho del periódico sin extremidades junto a unas sillas ensangrentadas, una llave inglesa y un cuchillo.
Ahoga gritos llamando a su esposa. El cinturón ya ha caído de sus manos. Llora de forma desgarrada, pidiendo a Dios por que nada le ocurra, pero tropieza con algo de textura gelatinosa. Entre lágrimas, consigue ver a Jose Ignacio entre un mar de vísceras. Su cuerpo reacciona en una serie de arcadas y gritos de auxilio... que por fin son respondidos. Eva, como un espejismo, retira la cortina que separa el sótano en dos. Sin expresión alguna en el rostro y un revolver en la mano se dirige lentamente hacia Esteban. Él tiene miedo. Ella le abraza. Sujeta su cuello y le susurra "Odio la monotonía" y levanta la pistola. Esteban intenta escapar, busca con las manos el cuchillo que vio antes, pero se queda paralizado al recordar que ayer se despidió de su hija por la noche, dándole un beso en la frente. En su casa. No en la de sus abuelos.
Lo último que ve es un moratón en el brazo de Eva.
Porque eso también formaba parte de la rutina.

Y, tras la colada más grande de su vida, Eva se pasó una hora buscando el calcetín rojo. El único que quedaba rojo. El único que quedaba por lavar. En ocasiones está bien volver a las costumbres.






jueves, 9 de junio de 2016

¡He vuelto!

¡Hola lectores y lectoras! Sé que os he abandonado durante mucho tiempo, pero he vuelto con las pilas cargadas después de este largo periodo sin escribir.


¿Qué a que se debe mi ausencia? Pues a muchas cosas juntas y a nada en específico a la vez. He estado haciendo otras cosas en mi tiempo libre (como empezar a tocar un instrumento), ya que he pasado por un tremendo bloqueo lector del que al fin he conseguido salir gracias a un libro del que muy pronto os hablaré. Además, el curso escolar me ha resultado mucho más duro de lo esperado y no he encontrado mucho tiempo para escribir y compaginarlo con otras cosas.

Pero para celebrar mi regreso... ¡dejo el relato con el que he ganado el primer premio de un concurso de literatura de mi instituto! Estoy contentísima y me hace mucha ilusión. Este año decidí apuntarme a algún concurso y... ha salido mejor de lo que pensaba, ya que por ahora llevo dos primeros premios :) Pronto subiré el otro que gané.

Despierto de un extraño sueño por los gritos de mi dama de compañía, que me llama por los pasillos de palacio. Usando una manta como cobijo del frío matinal, la permito pasar a mi alcoba. Su tez luce más pálida que nunca, haciendo justicia a su nombre.
-Blanca, ¿a qué viene tal inquietud?- le pregunto algo alarmada.
-¡Oh, Anaís! Catastróficas noticias traigo. Su prometido, el principe Rommel, marchará a la guerra tras el atardecer. Esta madrugada ha llegado una carta de su padre, el rey de Aledia soliciando su espada y la de cada uno de los caballeros del reino.

Después de aquella trágica noticia, todo mi mundo parece desmoronarse en tan solo un segundo. Sin él tan solo seré una hija de nobles, sin llegar a nada más en la vida. Casi sin pensar, corro hacia el salón del trono y le encuentro enfrascado en una conversación con un hombre mayor, aparentemente importante.
- Rommel...- pero antes de poder terminar la frase, se gira con el ceño fruncido y me grita, haciéndome sentir tan inferior como siempre. - ¡Anaís, estoy hablando de cosas de hombres!, te atenderé más tarde.- Retrocedo y, cabizbaja, marcho con amargura.

Solo puedo esconderme en un sitio: La biblioteca. O mi refugio, como yo lo llamo. Benditas estanterías polvorientas llenas hasta los topes de tomos que puede que nadie haya ojeado desde hace siglos. Libros que rebosan vida y ganas de vivir. Miles de historias con las que yo solo puedo soñar. El infinito escrito en verso y prosa...
Llevaba viajando a mi mundo gracias a esa estancia tan bien escondida entre los muros de palacio desde que era tan solo una niña, y desde que la descubrí no pude dejar de acudir a ella ni un solo día. Lo cierto es que siempre me he creido la única conocedora de esta habitación, ya que si alguien supiera de su existencia, me habrían cerrado el paso hace mucho tiempo. ¿La razón? Me gustaría conocerla.

Se puede decir que yo siempre he sido una niña muy curiosa e imaginativa. Con tan solo la edad de cuatro años comencé a leer y escribir sin ayuda de adultos, con ocho ya hacía cálculos avanzados y con diez conocía los mapas del mundo entero. Pero ante todo, mi amor hacia la literatura destacaba entre el resto de inquietudes. Quería saber, quería entender, quería conocer, quería leer... Pero no dejaba de ser una niña. Nací destinada a criarme entre fogones y escobas. En la escuela mis maestros se alarmaban por tanta curiosidad viniendo de una joven y no tardaron en comunicárselo a mis padres. Ellos, por supuesto, se extrañaron hasta el nivel de llegar a asustarse. Se corrió la voz de mis resultados académicos (demasiado altos para tratarse de una chica), pero nada cambió para mi.

Yo me crié con burlas e insultos entrando por un oído y saliendo por otro, un libro entre mis manos, y Blanca a mi lado, defendiéndome en innumerables ocasiones. Ella, al venir de una familia desestructurada y muy pobre, no acudía a la escuela. Pero desde el día en que la sorprendí leyendo un volumen polvoriento al final de un callejón, no nos hemos separado. Tan solo tenía seis años y me llamó la atención su vestido: sucio y demasiado largo para su corta estatura.
-¡Eh tú! Sí tú, la niña del pelo de color zanahoria. ¿Que haces ahí?- Gritó una de mis compañeras de clase.
-Leer. ¿Y tú?- Respondió ella levantando unos enormes ojos grises del papel amarillento.
-Yo salgo del colegio, ¿tu no vienes?
-No, mi padre no tiene dinero para llevarme, pero dice que soy igual que los niños que van a la escuela.
Mi compañera no paró de mofarse de ella desde ese momento. Por el contrario, yo solo sentía la necesidad de conocerla mejor.

Y ese fue el inicio de nuestra historia. Mas hermosa que cualquiera que se haya podido escribir. Desde ese primer momento nos sentimos unidas por nuestra pasión por la lectura, y nos encontrábamos cada día a la salida del colegio. Nos reíamos de las burlas de los demás niños, e inventábamos crueles brujas, monstruos marinos y vampiros que interpretaran su papel en nuestra historia. Escribíamos e ilustrábamos un cuento distinto cada día. Y a la hora de mi retirada a palacio, nos fundíamos en un abrazo eterno en el que imaginábamos un mundo en el que ser iguales. En el que jugar.. para siempre.

Pero toda paz llega a su fin. Llegó mi adolescencia, y con ella los rumores pasaron de convertirme en un bicho raro a una enferma mental. Todo pasó muy deprisa, hasta que el cura del pueblo se enteró de las habladurías y decidió que "tanto cuento chino no podía ser bueno para la salud de una joven". Advirtió a mis padres que si no me sacaban del colegio me acabaría convirtiendo en una marimacho sin remedio. Que me volvería loca. Ellos, por supuesto, accedieron. Y lo peor fue que no solo me prohibieron la educación, también intentaron borrar la palabra libro de mi diccionario. Intentaron, porque a pesar de sus recomendaciones, mis ansias de conocimiento no se marcharon.

Para asegurarse de que no volvería a actuar como una inutil, me prometieron con el príncipe de Aledia. Le conocía, poque ya había descubierto a nuestros padres hablando sobre "nuestro futuro" en repetidas ocasiones. Nunca pensé que el futuro al que se referían sería tan desgraciado para mi.

Cuando Blanca me descubrió llorando en el callejón en el que nos conocimos, no pude evitar abrazarla. Abrazarla y aferrarme a ella como si fuera lo único que me mantenía con vida. La quería. Ahora que mis propios padres y todo mi mundo me había prohibido conocer la verdad, eso era de lo único que estaba segura.
Como si me hubiera leído la mente, me susurró muy suavemente:
-Te amo.
-Y yo. Muchísimo. - contesté casi automáticamente.
-Y amar no es lo mismo que querer. Amar es no solo con el corazón, si no con todo mi ser.

Después de aquellas palabras supe que nada podría derrotarme teniendo a Blanca junto a mi. Han pasado los años y sigo estando segura de ello.

Los años han sido extraños para mi después de ser prometida. He sido obligada a acudir a cientos de fiestas, acontecimientos reales e incluso protestas del pueblo, ya que, a pesar de haber pasado tiempo, muchos no quieren que aquel bicho raro sea su futura reina. Pero, como siempre, todo lo que dicen sobre mi me da igual.

Y ahora me encuentro aquí, llorando en mi viejo sillón de lectura, replanteándome la vida que no he elegido vivir. Si mi prometido marcha a la guerra no serviré para nada... ¿O eso es lo que han querido que piense durante todo este tiempo? Me levanto, asustada por la brusquedad con la que lo hago. ¿Quién soy yo? Anaís de Trafgana, futura reina de Adelia. Sumisa, dulce, me gusta tomar el té con Blanca, la pobre niña cuyo padre falleció hace unos años y el palacio adoptó de forma desinteresada como mi dama de compañía y confidente. No. Soy cualquier cosa menos eso. Soy Anaís. Anaís el bicho raro. La sabelotodo. La niña que no regresaba a casa hasta tarde, lloviera, nevara o hiciera sol. No estoy enamorada de Rommel. Me gusta escribir y leer todo lo que caiga en mis manos, contar estrellas fugaces y atrapar ranas en el pantano, poniéndome perdida de barro. Y me gusta hacer todo esto junto a Blanca: la persona más importante en mi vida. La única a la que estoy segura de querer. Ah, y odio el té.

¿Voy a dejarles ganar? ¿Voy a ser quien ellos me han enseñado a ser? No. Desde luego que no.

Cojo algo de ropa limpia, provisiones suficientes para unos días y todos los libros y pergamino que puedo. Salgo discretamente y encuentro a Blanca en el jardín, cuidando unas rosas del color de su cabello.
-¡Blanca! Deja lo que estés haciendo. Nos vamos de aquí.
- ¿Anaís? ¿Qué estás diciendo?
-Lo que oyes. No soporto más la vida que me ha tocado vivir. No aguanto al príncipe, ni que me trate como si no supiera nada, ni que me levante la mano. No soporto ocultar mi gran pasión ni que todos tengan que decidir sobre mi futuro excepto yo. No soporto nada, salvo a ti. A ti te amo. Y amar no es lo mismo que querer. Amar es no solo con el corazón, si no con todo mi ser.
- Anaís... Ya sabía yo que eras inteligente. Siempre he soñado con este momento. Reharemos nuestra vida... juntas.
- Sí. Buscaremos fortuna por lo pequeños pueblos del reino y seremos libres para ser quienes somos.

Corremos hacia los establos y montamos un caballo cada una. Y, así, al atardecer, mientras todos los caballeros del reino marchan a la guerra, nosotras marchamos hacia el horizonte.

Y ese fue el inicio de nuestra historia. Mas hermosa que cualquiera que se haya podido escribir.

Hasta pronto, muy, muy pronto. ¡Que la suerte esté siempre de vuestra parte! Y recordad: No leemos porque no tengamos vida, leemos porque decidimos tener más de una.

lunes, 14 de marzo de 2016

Templis 2016 (y disculpa)

¡Hola lectores y lectoras! Llevo ya casi medio mes desaparecida y lo siento mucho, pero he estado ausente por los exámenes trimestrales (los cuales han ocupado mi tiempo en su totalidad). 

Pero hoy vengo con una entrada muy especial... ¡los Templis 2016!

"Los Templis" son unos premios anuales que entrega la revista online de literatura juvenil El Templo de las Mil Puertas (en el enlace encontraréis más información). Se entrega un premio por categoría y todos los posibles ganadores son libros de literatura juvenil publicados en el 2015 en español.

En esta entrada voy a enumerar los nominados en cada categoría y voy a dar mi opinión sobre ellos y (obviamente) el ganador.

Las categorías son:

Novela extranjera independiente.

Nominados:




En esta categoría (como en general) andaba bastante perdida, ya que solo he leído uno de los cinco libros: Te daría el mundo. Todos los seguidores de este blog sabréis más que de sobra que este libro me encanta y es uno de mis favoritos, pero yo no podía opinar sobre cual era el mejor, puesto que no había leído ningún otro. Por otra parte, Rainbow Rowel es una escritora con muy buena fama por sus libros publicados (como Eleanor & Park o Fangirl) con lo cual su libro también parecía tener oportunidades. En cuanto a los otros tres, nunca los había escuchado ni visto por ninguna librería.

El sorprendente ganador resultó ser All for love: un libro que me ha levantado mucha curiosidad, ya que ha ganado contra una de mis novelas favoritas. Además trata temas que no son muy comunes en la literatura juvenil, como el Sida en África. Desde luego, lo leeré en cuanto pueda.

Novela nacional perteneciente a saga:

Nominados:





De esta categoría he leído El recuerdo del mago (del cual ya he hablado y dicho que me ha parecido muy bonito y original, pero quizás no tanto como para ganar un Templi) y Sueños de Piedra, que se ha convertido en uno de mis libros de fantasía favoritos. Era mi mayor apuesta para ser ganador, pero al final resultó serlo Los gemelos congelados. No sé muy bien de que va ni he leído anteriormente nada de los autores, pero nuevamente se ha llevado mi atención por haber ganado a un libro del nivel de Sueños de Piedra. Respecto al nominado restante... También vi un libro de esa saga por los Templis del año pasado, con lo cual me resulta bastante curioso.

Novela nacional independiente:


De esta categoría no he leído ningún libro, pero tengo dos de ellos (cortesía de mi Parabatai y de la ARC ;)) y formarán parte de mis próximas lecturas, puesto que pintan bastante bien. 

Confío en que, tratándose de Laura Gallego y del ganador del Templi, Todas las hadas del reino sea una apuesta segura. He oído que, al igual que Viana (Donde los árboles cantan) o Lucía (Finis Mundi),la protagonista es rompedora y sufre una gran evolución. Creo que los personajes femeninos son lo que más me gusta de esta autora.

Novela extranjera perteneciente a saga:




En esta categoría es en la que más perdida estoy. Aunque tengo Seraphina y fui a la presentación el año pasado, aún no lo he leído. El ganador resultó ser Vango, un libro francés que me pilló bastante por sorpresa, pero al que (como a los demás ganadores y nominados) intentaré dar una oportunidad.
De Ultima (Las guerras del loto III) he escuchado maravillas por parte del canal de booktube Nube de palabras. En cuanto a los otros dos... no me llaman demasiado la atención pero, ¿quién sabe si en un futuro ocuparán un lugar en mi estantería?

Por lo general resultaron ser unos Templis muy sorprendentes y curiosos, llenos de recomendaciones de libros y (por supuesto) mucha diversión. Espero poder asistir de nuevo el año que viene y que la revista El Templo de las Mil Puertas siga creciendo y siendo así de maravillosa.

¡Que la suerte esté siempre de vuestra parte! Y recordad: No leemos porque no tengamos vida, leemos porque decidimos tener más de una.

martes, 16 de febrero de 2016

Book Haul #2 /Enero 2016



¡Hola lectores y lectoras!! Hoy os traigo el Book Haul del mes de enero (con un poco de retraso, lo sé). Es bastante extenso, así que no comentaré todos los libros y si lo hago, será brevemente. En este mes sobre todo he conseguido ediciones especiales, libros ilustrados. Y la verdad es que me encantan.



Es uno de los libros que más ganas tenía de tener en mis manos. Esta es una edición especial e ilustrada que ha sacado la editorial Salamandra a finales de año, y he de decir que se han superado. Todos los detalles están cuidados y pensados al milímetro , y las ilustraciones son extremadamente fieles a las descripciones del libro. Como fan incondicional de Harry Potter tengo que decir que le doy un diez.











Ya he enseñado anteriormente esta preciosidad. Y creo que quedó muy claro que podría tirarme horas y horas mirando sus páginas y nunca me cansaría.







Otra obra de arte de Benjamin Lacombe. Y es que no me queda nada que decir de este ilustrador, más que os lo recomiendo encarecidamente.
















El ogar de Miss Peregrine para niños peculiares- Ransom Riggs
¡Que no falte una de las joyas de la corona! Llevaba ya meses encaprichada con este libro aparentemente tétrico, o por lo menos con un estilo muy a lo Tim Burton. Por fin se encuentra entre mis estanterías. A ver que tal.













Este libro sobre mi grupo favorito fue un regalo de una persona muy especial a la que le debo mucho mas de lo que se cree. (Gracias Mer <3)
Pecy Jackson IV - Rick Riordan

Un final para Rachel - Jesse Andrews
Fangirl-  Rainbow Rowell

Percy Jackson V - Rick Riordan
Eleanor & Park - Rainbow Rowell
Noches Blancas
El sueño de Tiny Cooper- David Levithan
Y por último voy a incluir un par de libros más que no son de enero:

Este fue mi regalo del amigo invisible. Próximamente puede que vaya a una presentación de este libro. Ya informaré por aquí. ¡Ah! Y os dejo el blog de mi maravilloso amigo invisible: Historiadores de palabras

Y por último, mi regalo de San Valentín: esta preciosa edición de un clásico del que he oído maravillas: Orgullo y Prejuicio.

Os deseo próximas buenas lecturas. ¡Que la suerte esté siempre de vuestra parte! Y recordad: No leemos porque no tengamos vida, leemos porque decidimos tener más de una.


martes, 9 de febrero de 2016

Wrap up #3 / Enero 2016

¡Hola lectores y lectoras! Hoy vengo con un wrap up, que aunque dejé esta sección aparcada en verano, me gusta mucho hacerla. 
Este mes de enero he leído 5 libros...

Genealogía de una bruja ( I y II):

... pero dos de ellos han sido los que venían en esta preciosa edición de Benjamin Lacombe (mi ilustrador favorito). Llevaba encaprichada con estos libros desde hace muchísimo tiempo, y este año los he conseguido como regalo de reyes. 






















Tanto las ilustraciones como el texto me han parecido (como siempre con este dibujante) escalofriantes, hasta el  punto de rozar lo macabro, pero a la vez delicados, elegantes y entrañables. Es impresionante su dominio del dibujo y como complementa a las historias fantásticas sobre brujas de la antigüedad a nuestros días

Al otro lado de la pantalla - Alba Quintas

Esta me ha resultado una lectura bastante interesante, ya que nunca había leído nada sobre el civer bullying. Creo que la escritora afronta muy bien el problema con el libro. Lo que más me ha gustado es que se narra desde muchos puntos de vista distintos, y ves el acoso que sufre el protagonista desde ángulos completamente distintos.












La tortuga de Darwin - Juan Mayorga

Esta ha sido una lectura obligatoria para el instituto y la verdad es que no ha estado mal. Es un teatro, con lo cual tiende a ser más lento y monótono, pero esta obra no ha sido así. También influye que es muy breve (no llega a las doscientas páginas), pero me ha parecido original y curiosa. Aunque he de decir que me gustó más el teatro que nos mandaron leer en clase el año pasado: Maribel y la extraña familia de Miguel Mihura. Ese me gustó bastante.












El sueño de Tiny Cooper - David Levithan

Pongo la portada en inglés porque va
mucho más acorde con la historia.
Sin dudas, la mejor lectura del mes. Y es que teniendo como protagonista absoluto al fabuloso Tiny Cooper (conocido ya por Will Grayson Will Grayson), no podía ser de otra manera.
Puede que al principio parezca una completa ida de olla, vale. Pues debéis saber algo: lo continua siendo durante todo el libro. Es una locura desde la primera hasta la última página. Hay que tener en cuenta que se supone que es un musical escrito por Tiny, y en cuanto lo conozcáis sabréis el tipo de desmadre lleno de estilo, brillo y purpurina con el que os vais a encontrar. A pesar de todo el humor que contiene, este libro alberga una parte muy profunda que te hace reflexionar y que te da valiosas lecciones.





Y eso ha sido todo por hoy, lectores. ¡Que la suerte esté siempre de vuestra parte! Y recordad: No leemos porque no tengamos vida, leemos porque decidimos tener más de una.




lunes, 25 de enero de 2016

Propósitos literarios para el 2016 #3: Mantener el blog más activo.

Bueno, esto en realidad lo prometo mucho pero nunca lo acabo cumpliendo. Los estudios me ocupan mucho tiempo y hay rachas en las que no tengo ni un hueco para hacer lo que me gusta. Pero me he propuesto escribir más entradas en los ratos libres que tenga y subirlas poco a poco (más o menos una por semana).

Todavía no me he planteado la idea de poner una fecha en la que siempre suba entrada (como muchos blogs y canales hacen) porque sinceramente creo que como mucho lo cumpliría las dos primeras semanas. Pero si me va bien y veo que puedo, quizás no descarte esta idea por completo.

Nos vemos en los siguientes "Propósitos literarios para el 2016" ¡Que la suerte esté siempre de vuestra parte! Y recordad: No leemos porque no tengamos vida, leemos porque decidimos tener más de una.