¡Hola lectores y lectoras! Hoy voy a
hablar sobre el famoso libro “El Hobbit” de J.R.R Tolkien y el
destrozo (a mi parecer) de las adaptaciones cinematográficas que
tardas más en ver que en leer la novela.
Os advierto que lo que vais a leer a
continuación es un poco ”hard core”, así que si sois muy fans
de esta serie de películas, tomároslo con calma, retroceded
lentamente si pensáis que os va a molestar mi opinión y no entréis
en pánico. Si vais a continuar, adelante, pero quedáis avisados.
Empezaré diciendo que “El Hobbit”
que leí me resultó un libro muy agradable de leer, corto y
original, ligero y entrañable. En definitiva, su lectura fue una
aventura maravillosa con la que conseguí escapar del mundo real y sus
problemas y complicaciones para sumergirme en las maravillosas
montañas, valles, bosques y caminos de La Tierra Media. Además salí
de ella con valiosas lecciones como la lealtad, amistad o no dejarse
llevar por la avaricia.
Bien, pues continuaré diciendo que “El
Hobbit” que vi me resultó una película muy desagradable y
sangrienta, larga y repetitiva, pesada y gore en exceso. En
definitiva, verla fue una aventura terrible con la que deseaba volver
al mundo real y su tranquilidad y normalidad para salir de ese agujero
negro de orcos, trasgos y más orcos (muchos muchos, MUCHOS más
orcos) que es La Tierra Media. Además me dejó valiosas lecciones
como: “Si eres un elfo guapo nunca nada malo te pasará, salvarás
a pobres humanos, caminarás por el aire, y matarás orcos más
fuertes, grandes y terroríficos que tú de dos en dos. Todo eso sin
despeinarte.” o “Si viene un ejército armado de orcos mutantes
nacidos del corazón de las entrañas de Mordor y tú eres un pobre
Hobbit, bajito y bonachón, que el único cuchillo que has empuñado
en tu vida es el de untar mantequilla, tranquilo, que aunque recibas
fuertes golpes, caídas, puñaladas y dardazos impregnados en veneno
mortal, no morirás, pero a puñetazo limpio eliminarás a los orcos
del mapa”
Hay algo bueno que destacar a pesar de
todo lo dicho anteriormente: los paisajes y en general los
efectos
especiales. Esos prados verdes y montañas tremendas y nevadas son lo
único que me ha recordado a la esencia de la novela. También tengo
que destacar el maquillaje y vestuario, como los actores elegidos
(Martin Freeman.... creo que le amo más como John Watson, pero
haciendo de Bilbo está increiblemente bien)
Lo que me molesta no es que la
adaptación sea (según mi opinión) mala y tremendamente exagerada,
tampoco que hagan tres películas interminables para un solo libro de
no más de 300 páginas. Ni siquiera que hayan omitido partes
geniales y se hayan inventado otras sin sentido. Lo que más me
molesta es que gracias a estas películas mucha gente se olvide de
leerse el libro.
Conozco a mucha gente así. Muy buenos
amigos míos me han dicho (después de ver la película) que ni se les
ocurre acercarse al libro. Desde aquí quiero decir que yo misma he
pasado por esa situación, y también que no podía haber estado más
equivocada. Empecé a ver las películas cuando las estrenaron en el
cine. Así, durante las tres últimas vísperas de navidad he estado
yendo al cine a ver “El Hobbit” con mi padre. Éste se leyó el
libro después de la primera película y se quedó helado. Me lo
recomendó tanto o más como lo estoy haciendo yo ahora mismo, pero,
después de ver tres horas de orcos, enanos y demás criaturas
agonizando en la última película, yo no estaba segura. Pero él
siguió insistiendo. Ahora solo puedo agradecérselo.
Así que no os dejéis influenciar por
estas adaptaciones tan... llenas de orcos (?) y adentraros en La
Tierra Media cuanto antes. En la real. En la de Tolkien.
Puede ser que a ti te hayan gustado
las adaptaciones y no hayas leído el libro. En este caso, por favor,
léelo. Ahora. Seguro que se convierte en uno de tus favoritos.
Bueno, eso ha sido todo por hoy. Nos
leemos en la próxima entrada y hasta entonces... ¡Que la suerte
esté siempre de vuestra parte! Y recordad: No leemos porque no
tengamos vida, leemos porque decidimos tener más de una.
Mejor leo este antes que el de Heima es hogar en islandés!
ResponderEliminarFelicidades por esta nueva entrada. Me encanta
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